En el marco del Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Central de Abasto de la Ciudad de México (CEDA) realizaron el conversatorio “Cosechar Responsabilidad, Compartir Futuro”. Este espacio multiactor reunió a representantes del gobierno, sector privado, organismos internacionales y sociedad civil para reflexionar sobre la magnitud del problema y compartir soluciones innovadoras.
La efeméride, instaurada por la Asamblea General de la ONU en 2019, visibiliza un desafío urgente: reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos para garantizar la seguridad alimentaria, promover la sostenibilidad y enfrentar la crisis climática. A nivel mundial, cerca del 13% de los alimentos se pierde en las primeras etapas de la cadena y alrededor del 19% se desperdicia en hogares, restaurantes y comercios. En conjunto, esto equivale a miles de millones de comidas y genera entre 8 y 10 % de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.
En México, el panorama es igualmente crítico. Cada año se pierden aproximadamente 20.4 millones de toneladas de alimentos, equivalentes al 34% de la producción nacional. Este fenómeno representa un costo económico superior a 400 mil millones de pesos, genera 36 millones de toneladas de CO₂ equivalente y consume el 40% del agua destinada a la agricultura, en un país que enfrenta severo estrés hídrico. Al mismo tiempo, 27.5 millones de personas viven en inseguridad alimentaria.
La Central de Abasto de la Ciudad de México, el mercado mayorista más grande de América Latina, refleja con claridad tanto el reto como la oportunidad. Cada día moviliza más de 120 mil toneladas de alimentos y genera cerca de 438 toneladas de residuos sólidos, de los cuales casi el 60 % son restos orgánicos. Se estima que alrededor de 100 toneladas de alimentos aprovechables se pierden diariamente. Frente a este desafío, la CEDA ha puesto en marcha iniciativas como el Centro Itacate, que desde 2020 ha recuperado más de 400 toneladas de frutas y verduras, beneficiando a 1.8 millones de personas a través de comedores comunitarios y refugios.
Mónica Pacheco, Coordinadora General de la Central de Abasto de la Ciudad de México, destacó:
“La CEDA es fundamental para la alimentación de millones de familias en la capital. Cada alimento que rescatamos y nos facilitan los locatarios es más comida en la mesa de quienes más lo necesitan. El programa Itacate demuestra que sí hay soluciones”.
Lina Pohl, Representante de la FAO en México, subrayó:
“Reducir pérdidas y desperdicios no es opcional: es clave para garantizar el derecho a la alimentación y avanzar hacia un futuro sostenible. No podemos aceptar la paradoja de que, mientras millones padecen hambre, toneladas de comida se tiren cada día”.
En el evento participaron también:
El conversatorio rindió homenaje a comerciantes, bodegueros, cargadores, productores y trabajadoras de servicios, verdaderos héroes y heroínas de la alimentación. Ellos sostienen día a día la seguridad alimentaria de la ciudad y son actores clave para construir cadenas de suministro más sostenibles.
Este encuentro marca también el inicio de las celebraciones de la FAO en México por su 80 aniversario y el Día Mundial de la Alimentación (16 de octubre), subrayando el papel estratégico de la Central de Abasto como nodo esencial del abastecimiento nacional y laboratorio vivo de soluciones replicables en el mundo.
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