
Jorge Manrique, Rector del Colegio Jurista responde.
Regularizar la escritura de una propiedad es un paso esencial para tener seguridad jurídica, poder vender, heredar o incluso acceder a créditos. El proceso puede variar según el estado, pero en México suele seguir una ruta bastante similar. Esta es una guía clara y ordenada para ello.
Estos papeles ayudan a demostrar la historia del inmueble y tu relación con él.
Antes de regularizar, hay que saber qué está irregular:
Cada caso tiene un camino distinto. Por ejemplo, si es propiedad ejidal, el trámite es completamente diferente al de una propiedad privada.
El notario es la figura clave en este proceso.
El notario también te dirá si necesitas pasos adicionales, como regularizar el predial o actualizar datos en Catastro.
Para escriturar o regularizar, normalmente se deben cubrir:
Este paso es crucial. Sin inscripción, la escritura no tiene efectos frente a terceros.
El notario suele encargarse de este trámite, pero es importante confirmar que se haya realizado.
Una vez inscrita, ya se tiene seguridad jurídica plena. Si en el futuro se hacen ampliaciones, subdivisiones o ventas, deberá actualizarse.
Consejos prácticos.
Si el inmueble viene de un contrato privado, es común que el notario pueda elevarlo a escritura pública.
Si hay varios herederos, primero se debe hacer un juicio sucesorio o una adjudicación.
Si el terreno es ejidal, se debe pasar por el procedimiento de dominio pleno ante el ejido y el Registro Agrario Nacional.
Muchos estados tienen campañas de “Escritura a bajo costo” una vez al año.
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